El 31 de Mayo de 1809, en Cegar Hill, al noroeste de Nis, (Serbia), los insurrectos sufrieron la mayor derrota en el primer levantamiento serbio contra el imperio Otomano.
Los Serbios avanzaban hacia Nis,.. pero un fuerte ataque de las fuerzas turcas, frenó a los rebeldes dirigidos por el comandante serbio Esteban Sindelic, los turcos en mayor número consiguieron hacer retroceder a los hombres de Sendelic.
Ante tal desequilibrio de fuerzas, decidieron atrincherarse para poder frenar unas tropas turcas, que les triplicaban en número. Fue una sangrienta y lenta aproximación hacia las trincheras de Cegar Hill, resistida cuerpo a cuerpo por los soldados serbios. Una fuerte caballería de 3000 otomanos, apoyada por varios cañones hacia presagiar el éxito del ataque.
Poco a poco las trincheras se fueron llenando de cuerpos, tanto de un bando como de otro, la lucha era encarnizada, el comandante Sindelic, abrió la puerta de la trinchera y le dijo a sus soldados que eran libres, para intentar evitar una muerte segura, dejando el campo de batalla, si así lo deseaban. «Quien se quede morirá».
Seguidamente tomó posición en el centro de la trinchera, lugar donde estaba almacenada la pólvora. Tomando su pistola, echo una mirada alrededor y contempló como los hombres, ambos serbios y turcos, se asfixiaban, cayendo muertos o heridos todos a su alrededor.
Cuando contempló un mayor de fuerzas turcas dentro de las trincheras, disparó su arma de fuego en la pólvora de los contenedores, provocando una enorme explosión sacudiendo toda la zona, matándose a sí mismo, el resto de sus hombres, y una gran cantidad de turcos.
El comandante turco Hursid Pasha, indignado por el acto de los rebeldes, ordenó montar una torre con los cráneos de los revolucionarios, como advertencia de cualquier nueva iniciativa serbia de resistencia. Un total de 952 cráneos fueron colocados en la inmensa torre, encabezada en todo lo alto por el cráneo del comandante Sindelic.
La torre de cráneos estuvo al aire libre hasta la liberación de las instituciones nacionales en 1878. En esa época, gran parte de la torre se había deteriorado a partir de las condiciones meteorológicas o de la eliminación de los cráneos para el entierro de los familiares de muertos rebeldes.
Hoy en día, sólo 58 siguen siendo cráneos, entre ellos el de Sindelic.
Más información en City of Nis y Cele Kula
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Video de la torre de los cráneos:
Aterradora historia magníficamente contada y visualizada.
Enhorabuena otra vez, josete. No dejes de contarnos cosas
¡Malditas guerras!
Hola Josete, que historia no?, me ha dejado pensando… A veces suceden o han sucedido cosas que no somos capaces ni de imaginar tan siquiera.
Un biquiño 🙂
Una pregunta: ¿por qué se asfixiaban?
Y una reflexión: si la deflagración de la pólvora alcanzó a Sindelic de lleno, supongo que no quedaría mucho de su cráneo ¿no?
¡Saludos!
En teoría Max supongo que sí, pero igual la historia y los intereses económicos que derivan, museos y demás, les interese que una de los cráneos sea el de Sindelic.
Me encanta pasar por tu casa y aprender.. un saludo y buen día
¡Qué barbaridad!, es muy tribal eso de lucir las bajas que causas entre tus enemigos. Y espeluznante… brrr!!!
Mostrar las bajas de los enemigos ha sido algo muy Humano desde siempre, ahora es la televisión la que se encarga.
Otro lugar para visitar y entender la historia.
Saludos Cordiales.