De pie en un espacio azotado por el viento, en el campo de concentración alemán de Bergen-Belsen, un grupo de niños andrajosos tiritaba de frío. Era la primera semana de diciembre de 1944, y después de haber logrado sobrevivir a cuatro años y medio de guerras y muchos meses de encierro, aquellos pequeños judíos provenientes de Holanda se encontraban en el desamparo absoluto.
Apiñados en la oscuridad, los niños mayores trataban de calmar el llanto de los más pequeños, habían visto a los nazis llevarse a sus familiares en un convoy de camiones de la SS. Nadie sabía adonde los llevaban, pero todos habían oído pronunciar en voz baja los nombres de los campos de la muerte: Auschwitz, Treblinka, Chelmno…
En este caos de muerte y desolación, un ángel resurgió del mismísimo infierno, una mujer llamada Luba Gercak, y este es el resumen de su historia…