La luminosa cueva de Waitomo

 

Waitomo Glowworm, es una cueva situada al norte de Nueva Zelanda, conocida por su población como «Arachnocampa luminosa». Esta cueva atrae cada año cientos de miles de turistas, una situación que se dá desde hace ya 100 años. Su atracción principal aparte de su belleza natural, es el inquilino que habita en esta cueva, nada más y nada menos que un mosquito el «Glowworm«.

El Glowworm es el nombre común para los diferentes grupos de insectos de larva que brillan a través de bioluminiscencia. Tienen una similitud a las luciérnagas que se encuentran por todo el mundo El propósito del brillo varía, se cree que brillan como señal de alarma a los depredadores o incluso por estar hambrientas, a más intensidad más apetito.

Las fascinantes minas de Kyshtym

Kyshtym es una ciudad situada en el flanco oriental de los Montes Urales (Rusia), a unos 90 km al noroeste de Chelyabinsk, cerca de la ciudad de Ozyorsk.

Las minas abandonadas desde 1961, son un paraiso para los murcielagos y extraños hongos y líquines que crecen en su interior devido a su precaria situación y por las constantes inundaciones que sufre todos los años.

El acceso a la cueva está completamente prohibido al estar cerca de «Chelyabinsk-40«, el complejo nuclear, también conocido como «Mayak» ( «faro» en ruso), donde el 29 de septiembre de 1957, una violenta explosión de nitrato y acetato seco, ocurrida en un depósito de residuos altamente radioactivos, produjo una liberación de 20 millones de Curies de radioactividad por la atmósfera. La explosión se debió a una fallo del sistema de enfriamiento del tanque.

Las minas no están contaminadas pero todo su entorno continua en la actualidad con un alto grado radioactivo. De manera que solo se puede entrar en la cueva franqueando zonas restringidas al publico.

En los últimos 45 años, alrededor de medio millón de personas en la región han sufrido los riesgos del incidente, exponiéndolos a hasta 20 veces la radiación sufrida por las víctimas de Chernobyl. «

Toda una maravilla de la Naturaleza, preservada del mundo y solo visitada por intrépidos valientes.

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Lechuguilla, similitud marciana

Se encuentra en el Parque Nacional de las Cavernas de Carlsbad, Nuevo Mexico. El acceso a la cueva está limitado a los investigadores y científicos. Es actualmente la quinta caverna más grande del mundo, aunque no es famosa por su tamaño sino por su geología inusual con raras formaciones en estado prístino.

Desde 1986, los exploradores han cartografiado 190 kilómetros de pasajes y han profundizado en la cueva a unos 490 metros, existe un 100% de humedad lo cual dificulta las labores de los cientificos pues cualquier movimiento es siempre sudorante y agotador.

Lechugilla fué una cueva relativamente desconocida hasta que en 1986 un grupo de amantes de las cuevas, retiró unos escombros encontrando un pasaje a la grán caverna. Los científicos aprovechando el alto grado de azufre que contiene el ambiente de lechugilla experimentan para contrastar con el ambiente que se podría vivir en el planeta Marte.

Se supone que la cueva estuvo aislada durante al menos dos millones de años, un entorno cerrado donde los microorganismos han desarrollado mecanismos de superviviencia única. El resultado, una serie de microbios que no se pueden encontrar en ningun lugar de la Tierra, según explican los cientificos.

Lechugilla ha sido seleccionada como una prometedora post-visión para la vida en Marte.

Panorámica 3d de Cueva de Lechuguilla

Fotos en Peter and Ann Bosted

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Las Catacumbas de París

Consiste en una red de túneles y cuartos subterráneos localizados en lo que, durante la era romana, fuesen minas de piedra caliza. Las minas fueron convertidas en un cementerio común a finales del siglo XVIII.

El uso de estas desgastadas minas, para el almacenaje de huesos humanos, fue establecido en 1786 por Monsieur Thiroux de Crosne, teniente general de la policía, y por Monsieur Guillaumont, inspector general de las minas; todo eso debido principalmente al exceso de restos humanos que llenaban los cementerios de la ciudad; al mismo tiempo, el distrito de Les Halles sufría de enfermedades debidas a la contaminación por el manejo inapropiado de estos cadáveres, especialmente en el Saints Innocents Cemetery.

Naica, la cueva de los cristales

En la mina de Naica Peñoles, (Chihuahua, Mexico) se encuentra una cueva de 80 metros de largo completamente cubierta por cristales de selenita de hasta 2 metros de largo parecidos a las hojas de espada, tan es así que la cavidad fué llamada «Cueva de las espadas».

Se descubrió en 1910, se trata de montañas calcáreas de unos 200 millones de años, en los cuales se formaron retículos de cuevas que fueron sucesivamente atravesadas por agua termal que viene desde lo más profundo, caliente y mineralizada. En millones de años las cuevas se llenaron en parte de mineralizaciones ricas en plomo, plata y zinc.

Los Macro-cristales se formaron bajo el agua, en un punto donde el agua termal profunda (52 grados centígrados) y saturada de sulfuros se encontraban en contacto con aguas externas frías, ricas en oxigeno.

La visita no es permitida, solo en el ámbito de investigación para geologos y especialistas para profundizar en la mejora de la conservación de esta maravilla.

La cueva ha sido parcialmente explorada solo por alguna decena de metros, la dificultad principal es el ambiental, el aire en su interior 60 grados centígrados y 100% de humedad, la cueva se protege por si misma.

Mas información y fotos en su web: Cueva de los cristales

Fascinante video de Naica, la cueva de los cristales: