Pole-sitting, la moda de subirse en el asta de la bandera


Érase una vez en EE.UU. una época sin internet, televisión ni radio, donde la gente buscaba los medios de entretenimiento fuera del hogar. Los violentos años 20 dieron paso a un extraño espectáculo relacionado con permanecer largos periodos de tiempo por lo general en un asta de bandera. Fue algunas de las cosas más tontas que Estados Unidos encontró ‘eternamente’ divertida…

Según los historiadores el Pole-sitting está relacionado con la disciplina ascética antigua de los Estilita (del griego stylos, «pilar») fueron un tipo de cristianos ascéticos que en los primeros días del Imperio Bizantino, estaban por la labor de predicar ayuno y oración, en lo alto de enormes pilares. El primero y probablemente el más famoso fue Simeón Estilita el Viejo, que se subió a uno de los pilares en Siria allá por el año 423 y permaneció en lo alto hasta su muerte 37 años más tarde.

  Simeón Estillita el viejo

No hace falta decir que la Biblia contiene innumerables hazañas ‘difíciles’ de creer: como Paladio de Galacia(capitulo 48), que habla de un ermitaño en Palestina, que habitaba en una cueva en la cima de una montaña y por espacio de 25 años, nunca volvió su rostro hacia el oeste para que nunca se pusiera el sol en su cara. También San Gregorio Nacianceno (capítulo 37) que habla de un solitario penitente que permaneció muchos años de pie sin acostarse. O quizás (Filoteo, capítulo 28) donde se asegura que un fiel creyente permaneció diez años en una bañera en suspensión en el frío aire del Polo Norte.

La famosa moda de subirse a la columna comenzó en 1924 cuando un actor en paro llamado Alvin Kelly, decidió sentarse en un mástil durante 13 horas y 13 minutos, con tal de recaudar algo de dinero. Fue tal el éxito, que tan extraño espectáculo provocó una serie de imitadores que buscaban fama, dinero y la oportunidad de batir el récord de Kelly. Fueron los comienzos de la eterna resistencia, 12 días, 17 y hasta 21 días.

  Alvin «naufragio» Kelly.

Durante cinco años Kelly viajó por todo el país sentado en astas de bandera, a menudo como truco de publicidad pagada. Su única forma de alimento fueron líquidos y un pequeño cubo para utilizar de cuarto de baño. En 1929, volvió a romper el récord ante miles de personas congregadas en el gran patio de juegos de América, Atlantic City. Esta vez el tiempo prolongado duró 49 días para el delirio de los presentes y organizadores del evento.

Muchos otros consiguieron batir el record del viejo Kelly que ya comenzaba a recibir factura por tantos años de sacrificio prolongado. Buscadores de fama y dinero como Bill Penfield, un neoyorquino que permaneció sentado durante 51 días y 20 horas en la pequeña ciudad de Strawberry Point, en el condado de Clayton, o Richard Blandy que en 1933, consiguió permanecer en el asta durante 77 días y 5 horas en la feria mundial de Chicago.

 

Todos querían acabar enriquecidos como el viejo Kelly y todos buscaban los lugares más oportunos o importantes para hacerse ver. La moda del Pole-siting continuaba muy presente. Fueron años de diversión y excentricidades que junto con los espectáculos del showman Phineas Taylor Barnum fueron los más aclamados en EE.UU.

A finales de 1930, la moda de subirse en el asta comenzó a perderse en la historia…

La necesidad de permanecer largos periodos dio paso a esporádicas demostraciones de amor o de simples retos a lo largo de los siguientes años. Como es el caso de Yolanda y Marshall Jacobs que decidieron disfrutar de una curiosa luna de miel en el condado de Coshocton, Ohio, 1946. (Ni es luna ni es miel).

En los años 50 continuaba muy presente el capricho loco de los años 20. Personajes populares como el piloto de carreras Red Zan Norman que de acuerdo con una apuesta con otro piloto en el Daytona Beach, permaneció en lo alto del circuito durante un periodo de 117 días, hasta que terminó la temporada.

El mayor registro y curiosamente el más reivindicativo fue el de H. David Werder que permaneció en lo alto de un poste durante 439 días, 11 horas y 6 minutos, desde noviembre de 1982 hasta el 21 de enero de 1984. Todo ello para protestar por el elevado precio de la gasolina. (El eterno problema).

En la actualidad poco queda del Pole Sitting de los años 20, aunque la base más esencial continua viva en deportes de logros humanos. El actual recordman mundial de sentado en el palo se llama Daniel Baraniuk, un polaco de 27 años de edad que en el 2002 consiguió permanecer durante 196 días con sus noches (descansando 10 minutos cada 2 horas). Su competidor más cercano cayó varios meses antes. Se adjudicó el  campeonato y 23.000 dólares de premio.

Más información en Badfads, en Flickr, en Wikipedia, en Ohio.com y en Hub Pages

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