Sobrevivir a la horca, cuestión de suerte


Sobrevivir a la horca por regla general es practicamente imposible. La muerte por suspensión del cuello se puede dividir en dos tipos,.los que cuelgan de una silla o taburete a corta distancia de los pies, o los criminales que dejan caer a través de una trampilla a una distancia en función de su peso y altura. Está claro que esta última opción da lugar a una fractura en el cuello instantánea y mortal.

Pero que ocurre si esos hombres y mujeres que fueron enviados a cumplir su pecado con el eterno creador, sobreviven a su último día de vida. Tal vez por la casualidad, mucho más amenudo, o quizás por la estupidez de sus verdugos, experimentaron el vivir para morir, un día más….

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