«La llama olímpica es el símbolo de los Juegos Olímpicos que evoca al mito de Prometeo, que habría robado el fuego a Zeus para entregarlo a los mortales».
El último largo viaje desde Olimpia a Pekín de la emblemática antorcha olímpica, se convirtió en algo parecido a una carrera de obstáculos. Hubo protestas en el camino con escenas desagradables en Nueva Delhi, París, Londres, San Francisco y muchas más. Protestas dirigidas en contra de las violaciones de los derechos humanos en el Tíbet.