El rey de los platillos


En 1623, en el antiguo Imperio romano de Constantinopla en la actualidad Estambul, un alquimista armenio llamado Avedis, buscaba la formula para transformar minerales de la naturaleza, como el hierro y el cobre, en el preciado oro.

A pesar de que la mágica combinación ofrecía una sustancia amarilla y brillante, está claro que nunca pudo ser transformada en oro, tan sólo una aleación muy resistente a los golpes con un sonido muy peculiar…Esta fórmula antigua de Turquía podría haber quedado en el olvido, pero accidentalmente gracias a ella se ha convertido en uno de los monopolios más fabulosos del mundo, donde incluso el oro no podría haber ganado tanto protagonismo.

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