La reserva de caza del Kalahari central está situada en la frontera de Bostwana y Namibia, y es el hogar de los últimos indígenas de Sudáfrica, los Bosquimanos.
Muchos de estos grupos fueron obligados a abandonar sus tierras ancestrales en el Parque Nacional Kalahari Gemsbok, para dar paso a la extracción de diamantes, dejando en peligro un estilo de vida tradicional nómada de cazadores y recolectores. A pesar que en el 2006 los Bosquimanos ganaron una histórica sentencia en contra del gobierno de Bostwana que les permitía regresar a sus tierras, han preferido quedarse en los asentamientos que rodean al parque. Sin acceso directo al agua y sin el atractivo que representaba sus tierras ancestrales, los bosquimanos han tenido que adaptarse para convertirse en cazadores de persistencia en una de las reservas más grandes de Sudáfrica.